CFD es un instrumento relativamente nuevo de negociación bursátil especulativa que se ha desarrollado en los años 90 del siglo XX en Inglaterra. CFD son los contratos concluidos por la diferencia de precios del activo subyacente al momento de comienzo y de final del contrato. La tarea del corredor es predecir correctamente el flujo de precio que en este caso él obtendrá las ganancias. CFD permiten atraer a aquellos jugadores que no tienen capital bastante grande como para una compra real de un activo subyacente.
CFD de índices bursátiles es un instrumento derivado del mercado bursátil la base para cuál sirve no el uno o el otro de los activos (acciones, metales, energía) pero la dinámica de los niveles de índices bursátiles. Los índices son indicadores integrales que reflejan el estado de mercado bursátil y, por lo tanto, es más fácil predecir su dinámica que el flujo de los precios de determinadas acciones que son cotizadas en el mercado bursátil.
Los índices de uno o del otro mercado bursátil se calculan en función a la dinámica de los precios a las acciones incluidas en la canasta índice (el número puede variar de 30 a 1000). La cantidad de índices utilizados en los mercados bursátiles mundiales excede a 2000. Los contratos a la diferencia de niveles de índices se concluyen con mayor frecuencia por los índices conocidos en todo el mundo Dow Jones, PTC, Nikkey, FTSE u otros. El número al lado del índice muestra el número de compañías en base de cuáles acciones se calcula.
CFD de índices bursátiles más frecuente se usan para la especulación y cobertura de riesgos. Básicamente, es un tipo de apuesta al incremento o caída de uno o del otro mercado de valores. Para el pronóstico se puede utilizar un análisis de instrumentos fundamental, técnico o combinado.
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